sábado, 26 de septiembre de 2009

Curso Misionología a Distancia MODULO I

REALIDAD NACIONAL

Responsable: Asociación Peruana de Misioneros

INDICE

PREÁMBULO

CAPÍTULO I

ANTECEDENTES

CAPITULO II

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

2.1.- INTRODUCCIÓN

2.2.- ¿QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?

2.3.- LA RERUM NOVARUM: RASGOS CARACTERÍSTICOS

2.4.- CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA EN EL MUNDO ACTUAL. VATICANO II

CAPÍTULO III

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS SOBRE LA REALIDAD

DOCUMENTO FINAL DEL V CELAM, AÑO 2007

3.1.- SITUACION SOCIO CULTURAL

3.2.- SITUACION ECONÓMICA

3.3.- DIMENSIÓN SOCIO POLÍTICA

CONCLUSIÓN

BIBLIOGRAFÍA


MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

PREÁMBULO:

Según el diccionario “Realidad” significa existencia real, efectiva y social, “dinámica de relación entre los seres humanos”.

El tema es muy basto porque se trata de la REALIDAD DEL MUNDO, proponemos enfocarlo desde nuestro ser Iglesia y más concretamente desde nuestra “índole secular”, teniendo en cuenta que tanto el mundo como la Iglesia tienen historia, pasado, presente y futuro.

CAPÍTULO I

ANTECEDENTES:

La Iglesia cristiana tiene su origen en el pueblo judío, pueblo elegido por Dios desde Abraham para “anunciar la bendición de Dios a todas las razas de la tierra” Gn. 12, 3 b. Sin embargo este pueblo empezó a creerse privilegiado por Dios apartándose poco a poco de los demás pueblos y llamándolo despectivamente “los paganos, los gentiles”.

El pueblo creció, se engrandeció y después de casi 15 siglos, en el tiempo fijado se hizo presente Jesús de Nazaret “mil veces prometido en los profetas” que siendo de condición divina se hizo semejante a los hombres, tomando la condición de servidor obediente hasta la muerte en cruz”. Flp. 2, 5 – 8.

Enviado por el Padre empezó su misión salvífica proclamando: “El Reino de Dios se ha acercado, conviértanse y crean en esta Buena Nueva. Mc. 1, 15.

A partir de entonces empezó a llamar a sus primeros discípulos invitándoles a vivir en comunidad esperando la llegada del Reino. Esta primera comunidad de discípulos nació en medio de un ambiente hostil e indiferente a la Buena Nueva y enfrentado del pueblo judío, ofreciendo salvar al hombre de un mundo marcado por el pecado y destinado a la perdición, prometiendo un nuevo cielo y una nueva tierra. Poco a poco los discípulos fueron convenciéndose de que estaban en posesión de la VERDAD, llegando fatalmente a considerar que los otros estaban equivocados, que iban por mal camino, que era necesario apartarse, dejar de pertenecer a él para salvarse. Los grupos fácilmente tienden a juzgar desfavorablemente a los que no pertenecen a él confirmando su propio valor.

Otra novedad que contribuyó a disminuir el valor de la vida en el mundo fue la PROMESA DE LA VIDA ETERNA, entendiendo que ésta es la que tiene el “sentido cabal de la vida”, que la vida en el mundo es sólo un medio que carece de valor intrínseco. Esta manera de entender la Promesa de Cristo fue llevando a los cristianos a huir del mundo contraponiendo vida espiritual con vida terrenal. Con el tiempo fueron incrementando su espiritualidad hasta llegar a apartarse del mundo.

Hoy gracias al aporte de los exégetas y teólogos que la Iglesia Madre y Maestra promueve, sabemos que el hombre y el mundo son creación de Dios. El hombre es morador del mundo y el mundo su morada, que ambos están bendecidos y sincronizados por DIOS CREADOR. Más aún porque el HIJO DE DIOS SE HIZO HOMBRE Y HABITÓ ENTRE NOSOTROS, y porque “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su ÚNICO HIJO para que todo aquel que crea en ÉL no se pierda sino que tenga vida eterna” Jn. 3, 16.

La relación del hombre con el mundo se da en la historia. En tiempos antiguos se manifestaba en formas primitivas. Hoy, con la ayuda de las ciencias, la técnica y el trabajo moderno, el hombre va alcanzando cada vez más bienestar, comodidad y placer, incrementando su adicción al mundo, debilitando su espiritualidad, llevándolo poco a poco al secularismo, al relativismo ético, relegando su relación con Dios en un plano individual e intimista.

Ante este panorama es urgente que busquemos LA VERDAD en las SAGRADAS ESCRITURAS, en las ENSEÑANZAS DE LA IGLESIA MADRE Y MAESTRA y en los SIGNOS DE LOS TIEMPOS para que iluminen, renueven y fortalezcan nuestra FE, para que sintamos “arder nuestros corazones” nuevamente y decirle al SEÑOR JESUCRISTO: “QUÉDATE CON NOSOTROS”.

CAPÍTULO II

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

2.1. INTRODUCCIÓN

El conflicto entre Iglesia y Estado se agudiza con la persecución que lleva a la huida que culmina en Roma. En el siglo IV el emperador Constantino promulga el Edicto de Milán declarando tolerancia a la Iglesia que empieza a crecer adquiriendo prestigio, poder y riqueza. Desde entonces surge una pugna entre Iglesia y Estado predominando una de ellas entre el cesaropapismo o el agustinismo político.

A partir de entonces la Iglesia va adquiriendo mayor influencia en la sociedad, familia, educación, trabajo, autoridad, costumbres y tradiciones.

En el siglo XVIII surge un fenómeno social al que llaman la Edad de la Razón que ve al cristianismo como obstáculo para el progreso y vinculado al poder político. En el año 1789 estalla la Revolución Francesa contra el despotismo de los reyes y ataca a la Iglesia por haber hecho alianza entre el trono y el altar.

En el siglo XIX aparece el fenómeno social de la Revolución Industrial que origina la esclavitud de los obreros en las fábricas y la Iglesia tiene escaso contacto con las masas populares.

2.2.- ¿QUÉ ES LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA?
Es la reflexión que hace la Iglesia, los obispos como pastores y el Pueblo de Dios, desde la Palabra de Dios que es permanente sobre la realidad social que es cambiante. La Iglesia ha producido su Doctrina Social a través de 20 siglos. De esta reflexión que es continua se van generando principios y orientaciones para guiar la Iglesia en el futuro. Más concretamente decimos que esta Doctrina moderna empieza con el Papa León XIII en su encíclica RERUM NOVARUM promulgada en el año 1891 traducido como ACERCA DE LAS COSAS NUEVAS. Desde entonces las cartas encíclicas sociales de los Papas y la Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo moderno del Concilio Vaticano II constituyen, en primer lugar, el depósito de la Doctrina Social de La Iglesia.Además se refiere también a los mensajes sociales de los obispos en sus conferencias generales a nivel del continente:
Río de Janeiro
Medellín
Puebla
Santo Domingo(1992)
Aparecida en Brasil (2007)

En cierto modo también se consideran Doctrina Social las declaraciones de las Conferencias Episcopales de cada país. Por eso cada tres años se convoca a un Sínodo de Obispos en Roma donde representantes de obispos de cada país aportan sobre el tema propuesto reflejando el sentir de los fieles. Al final entregan sus conclusiones al Papa que escribe una Exhortación Apostólica sobre el tema del Sínodo, que después se lee y medita en las comunidades eclesiales para renovar la fe, la esperanza y la caridad.

En resumen la Doctrina Social de la Iglesia es un proceso de participación y aplicación conducido por los obispos y el Papa como pastores, y en el cual todos participamos.

2.3.- LA RERUM NOVARUM: RASGOS CARACTERÍSTICOS

A finales del siglo XIX la Iglesia ese encontró ante un proceso histórico con un conjunto de cambios radicales en el campo político, económico, social, científico, técnico e ideológico, industrial, profesional, etc. Estos cambios empiezan a despertar el ansia de novedades y las ganas de cambiarlo todo. Surgen cambio en las relaciones humanas entre patronos y obreros y el ansia de acumular riquezas en manos de unos pocos y la pobreza en la inmensa mayoría: el despertar de la conciencia de la clase obrera que se va cohesionando, junto con la relación moral dan lugar al planteamiento del conflicto entre el capital y el trabajo, entre la opulencia de unos y la subsistencia física de otros, contraponiendo a los hombres como si fueran lobos.

Esta Encíclica confiere a la Iglesia una especie de carta de ciudadanía respecto a la realidad cambiante de la vida pública. Enseñar esta Doctrina pertenece a su misión evangelizadora y forma parte esencial del mensaje cristiano y viene a ser fuente de unidad y paz frente a los conflictos que surgen en el campo económico.

DOCUMENTOS POSTERIORES A LA RERUM NOVARUM

- QUADRAGESIMUS ANNUS (PIO XI en 1931)

- PACEM EN TERRIS (JUAN XX III en 1963)

- POPULORUM PROGRESSIO (PAULO VI en 1967)

- LABOREM EXERCENS (JUAN PABLO II en 1981)

- SOLICITUDE REI SOCIALIS (JUAN PABLO II en 1987)

- CENTESIMUS ANNUS (JUAN PABLO II en 1991)

2.3.- CONSTITUCIÓN PASTORAL SOBRE LA IGLESIA EN EL MEDIO ACTUAL – CONCILIO VATICANO II (1965)

“Los gozos y esperanzas, las tristezas y angustias de todo el hombre y de todos los hombres, sobre todo de los pobres y afligidos, lo son también para la Iglesia.

Esta Constitución tiene un fundamento en la dignidad de la persona humana como imagen y semejanza de Dios y en la comunidad humana porque Dios es comunidad trinitaria, el sentido de la actividad humana en la familia y en el mundo en sus diversos aspectos del trabajo, la economía, la política y la construcción de la paz.

CAPÍTULO III

MIRADA DE LOS DISCÍPULOS MISIONEROS SOBRE LA REALIDAD

3.1.- SITUACIÓN SOCIOCULTURAL

La variedad y riqueza de las culturas latinoamericanas, desde aquellas más originarias hasta el mestizaje actual se han ido sedimentando en las familias, las comunidades, las instituciones educativas y en la convivencia cívica, son una singular riqueza. Lo que nos interesa es la posibilidad de que ésta diversidad pueda converger en una síntesis que envolviendo la variedad de sentidos sea capaz de proyectarla en un destino histórico común.

Nuestra religiosidad popular con su sentido mariano bajo distintas advocaciones ha sido capaz de fundir las historias latinoamericanas diversas en una historia compartida que conduce hacia Cristo Señor de la Vida, en quien se realiza la más alta dignidad de nuestra vocación humana.

En esta época de cambios acelerados surge el individualismo subjetivo que debilita los vínculos comunitarios. Se deja de lado la preocupación por el bien común para dar paso a la realización inmediata de los deseos individuales, sin preocupación por criterios éticos que garanticen los derechos sociales y culturales en perjuicio de la dignidad de todos especialmente los más pobres que son los más vulnerables.

Los cambios culturales producidos por la internacionalización que a través de los medios de comunicación modernos han llegado a todo el mundo, han modificado hasta los roles tradicionales de varón y mujer, muchas veces equivocadamente, afectando la dignidad de la persona especialmente de las mujeres que desde niñas y adolescentes son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación, servidumbre, acoso sexual y explotación publicitaria como objetos de lucro, desigualdades en la esfera del trabajo, la política y la economía.

Las nuevas generaciones son las más afectadas por ésta nueva cultura de aspiraciones personales profundas en la lógica de un individualismo y narcisismo citando mundos imaginarios de libertad. Para ellos el futuro es incierto, afirman el presente porque el pasado perdió relevancia ante tantas exclusiones sociales, políticas y económicas.

Existen en América Latina y en el Caribe diversas culturas indígenas, afroamericanas, mestizas, campesinas, urbanas y suburbanas, con sus propias características. Las indígenas se caracterizan por su apego a la tierra y a la vida comunitaria, las afroamericanas por su expresividad corporal, arraigo familiar y sentido de Dios, la campesina está referida a lo agrario, la cultura mestiza es la más extendida buscando sintetizar a lo largo de la historia sus múltiples fuentes culturales originarias, facilitando en diálogo, la convergencia de cosmovisiones en una historia compartida.

La cultura urbana es dinámica y cambiante que amalgama múltiples formas, valores y estilos de vida que afectan a las colectividades.

La cultura suburbana, fruto de grandes migraciones de poblaciones pobres que se establecen alrededor de las ciudades en los “cinturones de miseria”. Sus problemas de identidad y pertenencia, espacio vital, hogar y relaciones son cada vez más complejos.

Hay también migrantes extranjeros que aportan sus culturas y tradiciones sean cristianas o de otras religiones traídas de sus tierras.

Asumir la diversidad cultural es un imperativo del momento, superando la tendencia a la uniformidad basada en un modelo único.

3.2- SITUACIÓN ECONÓMICA

Las altas tasas de crecimiento de la economía regional y su desarrollo urbano no serían posibles sin la apertura al comercio internacional, sin el acceso a las tecnologías modernas y sin el aporte de científicos y técnicos en el desarrollo internacional del conocimiento y sin una alta inversión en los medios electrónicos de comunicación. El acceso a todo esto lleva al surgimiento de una clase media tecnológicamente capacitada. Al mismo tiempo la globalización que es la internacionalización cultural y económica se manifiesta como la profunda aspiración del género humano a la unidad y paradójicamente da lugar al surgimiento de grandes monopolios convirtiendo el lucro en valor supremo.

La globalización en su dinámica de concentración de poder y riqueza en manos de unos pocos, no sólo de recursos físicos y monetarios sino de información y recursos humanos, lleva a la EXCLUSION de aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando las desigualdades que marcan tristemente nuestro continente manteniendo la pobreza en la mayoría.

Lamentablemente la dimensión económica de la globalización se sobrepone y condiciona las otras dimensiones de la vida humana porque absolutiza con facilidad la EFICACIA y la PRODUCTIVIDAD como valores reguladores de todas las relaciones humanas promoviendo inequidades e injusticias múltiples en lugar de valores objetivos más allá del mercado que constituyan lo más importante de la vida humana: la verdad, la justicia, el amor y muy especialmente la DIGNIDAD y los DERECHOS de todos, aún de aquellos que viven al margen del propio mercado. Siguiendo una dinámica de concentración de poder y de riquezas en manos de unos pocos y no sólo de los recursos físicos y monetarios, sino sobre todo de la información y de los recursos humanos, excluyendo a aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando las desigualdades y manteniendo la pobreza de la mayoría.

La pobreza hoy también es de conocimiento, de uso y acceso a nuevas tecnologías. Es necesario que los empresarios asuman la responsabilidad de invertir en la capacitación, crear más fuentes de trabajo.

Es una realidad el surgimiento de pequeñas y medianas empresas, mayormente para el mercado interno, pero su fragilidad económica y financiera y su pequeño campo de desenvolvimiento las hacen vulnerables frente a las tasas de interés, el riesgo cambiario, la variación en el precio de insumos y los costos provisionales, por eso la precariedad del empleo que ofrecen.

Sin una política de protección del Estado se corre el riesgo de que los grandes consorcios se impongan como única forma de dinamismo económico.

Las instituciones financieras y las empresas transnacionales son tan fuertes que subordinan las economías locales y debilitan al Estado cada vez más impotente para ejecutar proyectos de desarrollo especialmente a largo plazo y sin retorno inmediato.

Las industrias extractivas internacionales y la agroindustria no respetan los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de las poblaciones locales, subordinando la preservación de la naturaleza, con el agotamiento de las reservas de agua y otros recursos naturales, con la contaminación del aire y el cambio climático.

América Latina posee acuíferos abundantes y grandes bosques que son pulmones de la humanidad que hay que preservar.

Los Tratados de Libre Comercio entre países con economías asimétricas no siempre benefician a los más pobres. Muchos países se encuentran limitados en el financiamiento de sus presupuestos públicos por una deuda externa e interna y no cuentan con sistemas tributarios eficientes, equitativos y progresivos.

El sistema financiero favorece al capital especulativo que busca lucro inmediato con títulos públicos, monedas y derivados. La corrupción en las economías en el sector público y en el privado, la falta de transparencia en la rendición de cuentas a la ciudadanía es alarmante. Esta muchas veces está vinculada al narcotráfico destruyendo el tejido social en regiones enteras. En cuanto el trabajo de la población, el 42% es subempleada, el 9% está desempleada. La precariedad de las condiciones de empleo, la subcontratación, los bajos salarios y desprotección en el campo de la seguridad social no permiten el desarrollo de una vida digna. Los sindicatos pierden su rol de defender los derechos de los trabajadores.

En este panorama están surgiendo nuevas experiencias como las microfinanzas, economía local y solidaria y comercio justo.

En el campo aún persisten grandes latifundios en manos de unos pocos y los campesinos viven en pobreza por no tener acceso a la tierra propia. Otro fenómenos es la migración e itinerancia muchas veces forzadas a causa de la pobreza, el atraso, la falta de oportunidades para el desarrollo personal y la violencia en sus diversas formas.

Las consecuencias son graves a nivel personal, familiar y cultural. La pérdida de profesionales calificados y amplios sectores campesinos, nos va empobreciendo cada vez más. La migración muchas veces genera explotación laboral, tráfico de personas, incluyendo la prostitución aún de menores.

De otro lado las remesas de divisas de los emigrados son una fuente de recursos que ayudan a sus países de origen.

3.3.- DIMENSIÓN SOCIO POLÍTICA

El protagonismo de la sociedad civil, la irrupción de los indígenas, los afroamericanos, las mujeres, los profesionales, la clase media y los sectores marginados organizados, están creando cada vez más espacios de participación política con la posibilidad de generar cambios para el logro de políticas públicas más justas que reviertan la exclusión.

No faltan actores que fomentan la conflictividad radicalizando sus posiciones extremas al servicio de intereses ajenos a los suyos que a la larga pueden frustrar sus esperanzas.

En algunas estructuras de gobierno, los parlamentos aprueban leyes injustas por no escuchar a los ciudadanos.

En algunos Estados ha aumentado la represión de los derechos humanos, la libertad de expresión, la libertad de enseñanza, la libertad religiosa y a la objeción de conciencia. Y en otros países continua la lucha armada influenciada por el narconegocio dificultando más las posibles soluciones.

Sin embargo va creciendo un proceso de integración regional con acuerdos en el campo del comercio, los servicios y las patentes. En América Latina el origen común, la lengua, la cultura y la religión pueden contribuir a un proceso de integración no sólo de mercado sino de instituciones civiles y sobre todo de personas, haciendo posible la globalización de la justicia que a todos permitirá vivir progresivamente bajo normas justas que protejan su dignidad, su integridad y su vida.

CONCLUSIÓN:

A nosotros los laicos que desde nuestra “índole secular” somos el corazón del mundo en la Iglesia y el corazón de la Iglesia en el mundo, nos compete responder al llamado de nuestros obispos para LA MISIÓN CONTINENTAL, poniéndonos en “estado permanente de misión” porque “la mies es mucha y los operarios son pocos”, “pidamos al dueño de la mies que envíe operarios a su campo”.

BIBLIOGRAFÍA

- EL CRISTIANO Y EL MUNDO, Dr. R. C. Kuant. 1965.

- HISTORIA DE LA IGLESIA, P. Sanchiz sj. 1995.

- DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Versión Popular CEAS 2001.

- CENTESIMUS ANNUS Juan Pablo II. 1991.

- CONSTITUCION GAUDIUM ET SPES. Concilio Vaticano II. 1965.

- DOCUMENTO FINAL DEL V CELAM 2007

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